“El 2020 fue un año muy duro para todos, para nosotros también, además hubo una situación desconocida y los primeros meses de la pandemia fueron duros, porque si bien acá no había casos trabajamos mucho en los protocolos, en conseguir los materiales para poder, cuando llegara el momento, tener todo disponible”, así lo manifestó Adrián Sampietro, Tesorero de Bomberos Voluntarios de la zona sur del partido de La Costa, durante una entrevista ofrecida para Opinión.

En la charla, Sampietro repasó algunos de los logros alcanzados por la institución en el complicado 2020, durante el cual aseguró que “el cuerpo activo trabajo mucho”, al tiempo que desde la Comisión Directiva señaló que “aprovechamos mucho toda esta situación para seguir avanzando en los proyectos que teníamos como institución”. De esta forma, indicó que fue posible regularizar la situación administrativa de la entidad, lo cual resaltó que “nos permitió completar la compra de dos unidades nuevas”.

Dichas unidades fueron adquiridas en noviembre de 2020 en Europa y ya han llegado a la Argentina, aunque todavía no se han incorporado a la flota activa de Bomberos, debido a que según explicó Sampietro, “en este momento estamos terminando los trámites para liberarlos de la aduana”, acerca de lo cual estimó que “eso nos va a llevar un tiempito más”. En este mismo sentido, destacó: “Hay muchas cosas que se fueron haciendo, y si bien fue un año duro incluso a nivel recaudación, pudimos hacer muchas cosas y en poco tiempo las van a poder empezar a ver los vecinos”.

De manera simultánea a la adquisición de estas dos nuevas unidades, se realizó la reparación de otros vehículos, lo cual también representa un importante presupuesto para la entidad. Acerca de ello, Sampietro comentó: “El año pasado hicimos la reparación de un vehículo y este año hicimos otra. Las tenemos que hacer en Buenos Aires porque hay pocas empresas que lo hacen, entonces se hace un poco difícil. Pero necesitamos un vehículo que cada vez que se preste servicio sea confiable y sufren mucho por el tipo de uso. Todo eso hace que el mantenimiento sea costoso”.

Como sucede todos los años, la institución también invirtió en equipamiento para los bomberos del Cuartel Central de Mar de Ajó y del Destacamento de San Bernardo. En este aspecto, Sampietro precisó que para poder equipar a cada uno de los bomberos se requieren “alrededor de 3000 dólares”, y señaló que hay que tener en cuenta que “tenemos 100 bomberos”. Asimismo, explicó que “el otro problema es que todos los elementos tienen una vida útil y se van desgastando”, por lo que indicó: “Lo habitual es comprar siempre alrededor de 20 trajes todos los años, así que son 20.000 o 30.000 dólares en equipamiento para el personal. Además a medida que los bomberos se van capacitando, eso hace que se busquen materiales más nuevos, equipamiento mejor y se adapte toda una forma de trabajo nueva”.

Para poder lograr todos estos objetivos en 2020, Sampietro resaltó que desde la Comisión Directiva de la institución “se trabajó mucho”, y en relación a ello agregó: “La Comisión hizo un esfuerzo importante, le dedicamos muchas horas, muchas reuniones, mucho trabajo, pero creo que de alguna u otra manera, estamos sentando las bases para un cambio importante en la forma de trabajo en el cuartel. Nos enfocamos mucho en la capacitación a ver cómo podemos modificar el funcionamiento interno, para que el cuerpo activo funcione mejor. En esa cuestión estamos trabajando en este año”.

Por último, en lo que respecta a los objetivos planteados para 2021, Sampietro mencionó que en principio una de las metas es “poder recuperarnos un poco del gasto que tuvimos entre los dos camiones”, para que “quizás cuando estemos llegando a fin de año poder volver a hacer algún gasto en unidades”. Al mismo tiempo, señaló que “también estamos haciendo algunas reparaciones en los edificios”, y concluyó adelantando que en breve saldrá a la venta la rifa, la cual según destacó “nos ayuda mucho económicamente”.

Lic. Graciela Marker