La Bandera es nuestra enseña patria, significa que es la que nos representa a todos los argentinos y a quienes se sienten argentinos como pertenecientes de una nación libre, soberana y orgullosa de su historia y satisfecha de su presente. Enseña, equivale a señal, porque nos señala el camino a recorrer y la forma de hacerlo, nos marca los límites geográficos de nuestra patria y los límites morales en nuestra vida.

La Bandera es también un emblema de la argentinidad, porque encierra junto con los valores universales de la libertad, la igualdad, la justicia y la búsqueda de la verdad, los principios sobre los que se formó nuestra nacionalidad, que tienen que ver con la honestidad, el valor y el sacrificio por los grandes objetivos nacionales.   La soberanía y la defensa del honor nacional, la equidad y la defensa de los más humildes, el trabajo incansable por superar las desigualdades heredadas del pasado colonial. La tolerancia y el respeto por las diferencias culturales o religiosas, la amabilidad y la hospitalidad con que nuestro país recibe a cualquiera que desee habitar entre nosotros con la única condición de contribuir a la armonía de una sociedad plural, trabajando por la libertad y el progreso humano.

La Bandera es también testigo de nuestro caminar hacia un futuro de grandeza, el mandato de grandeza vinculado a la conquista y difusión de valores humanos como la libertad, la igualdad, el respeto por la dignidad del otro.

Por todo eso honramos a su creador Manuel Belgrano y a la Bandera Nacional como  símbolo de unión, de amor y de paz.  Y solo en un contexto de alegría, de esperanza y de progreso, se la verá flamear digna y orgullosamente.