Si lo analizamos en su tiempo, en su época, tiempos de colonialismo y conquista, donde dominaban naciones como España, Inglaterra, Portugal o Francia entre otras, y que luego de cada batalla se adueñaban de territorios y esclavizaban a sus habitantes, no podemos dejar de compara la campaña de San Martin con los objetivos de la guerra en esos tiempo. San Martin, luego de haber arrancado al alto Perú de la dominación española y levantarse como vencedor, entrego la soberanía al congreso del pueblo peruano.

Podemos recordar a San Martin por sus virtudes para la guerra, por sus triunfos en las batallas de San Lorenzo, Chacabuco, por su derrota en la batalla de Cancha Rayada y por su recuperación y triunfo en la batalla de Maipu, con la que consolido la independencia chilena. También por haber ofrecido sus servicio militares muchos años después de su retiro, hasta cinco años antes de su muerte, ante cada conflicto que se presentaba en su patria, como el bloqueo anglo-Frances del puerto de Buenos Aires en 1845. Dijo don José de San Martin: “en el ultimo rincón de la tierra en que me halle, estaré pronto a sacrificar mi existencia por la libertad”.

Podemos recordar a San Martin por sus cargos militares y gubernamentales, fue jefe del ejércitos del norte, gobernador de cuyo, general del ejercito de los andes, general en jefe de la expedición a Perú.

También por sus políticas revolucionarias, como lo fueron su insistencia para que sea declarada la independencia en Tucumán en 1816; su política de gobierno de Cuyo fomentando la educación, la industria y la agricultura y creando un sistema impositivo equitativo. Por que proclamo la independencia de Chile y Perú además de haber forjado la de argentina; por que se niega a reprimir a sus hermanos federales del litoral, diciendo: “no quiero manchar mi espada con sangre de mis hermanos”, por que suprime la esclavitud y la mita en Perú y crea su biblioteca nacional.

Por que siendo un gran militar, defiende el valor de la educación para un pueblo diciendo: “la biblioteca es destinada a la ilustración universal, mas poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia y la libertad de los pueblos”. Debemos aprovechar este día para pensar en la vida de San Martin, pero no solo lo que sucedió en el siglo 19, si no en lo que podemos hacer hoy para homenajearlo con nuestros pequeños actos cotidianos. Un buen consejo que podemos dar es aprender, conocer, leer sobre los principios de San Martin, eso puede marcar un nuevo sentido en nuestras vidas

Junto a esta recordación, es bueno mencionar también aquel 17 de agosto de 1988, donde la cuidad de Mar de Ajo inauguraba una obra sin precedentes y única por su genero como es “SAN MARTIN Y EL MAR”. Toda la comunidad se volcó a las calles a pesar de la inclemencia del tiempo, para participar del desfile junto al escuadrón Balcarce del regimiento de Granaderos y las delegaciones llegadas del Ecuador, Chile y Perú, portando sus Santos patronos nacionales que fueron entronizados en la parroquia local.

El congreso internacional de historia que presidiera el académico don enrique de Gandia, el histórico pino de san Lorenzo traído por la delegación de aquella cuidad santafesina, con historiadores, sanmartinianos y rotarios encabezados por su intendente junto a la campana del convento de San Carlos que repico a gloria. Los peruanos trasladaron a Mar de Ajo la campana de Huaura que llamo a victoria por la independencia del Perú.

Pareció, que se movilizo medio continente para ver al libertador sobre la cubierta de la goleta Moctezuma en el desembarco en bahía de paracas pisco-Perú. Esa escena la fotografiamos en nuestras retinas junto al profesor Mariano Galdos en mayo de 1973, y se reprodujo 15 años después en la cuidad de Mar de Ajo.

A la par de la majestuosa obra realizada por el escultor plástico internacional Ricardo D’emilio quien reside actualmente en Santa Teresita se inauguraban tres plazoletas con sus mástiles y banderas del Perú-Chile y Ecuador.

Hoy, hay que felicitar aquellos tres vecinos marajenses que sin saberlo emprendieron tamaña hazaña, ellos tuvieron fe, creyeron en todos nosotros, y todos trabajamos codo a codo para al fin materializar una obra que solamente reconocerán las futuras generaciones.

A TODOS MUCHAS GRACIAS FELICES 30 AÑOS

Antonio José Milano coordinador Gral.

Ricardo D’emilio artista plástico Internacional.