“¿A quién se le ocurrió venir acá? No sé, preguntale a tu cuñada. Es una vergüenza…llevamos hora y media”.

Este comentario fue escuchado por la cronista, en un tórrido mediodía de verano en la cola para el cajero del Banco Provincia, en San Clemente del Tuyú.

Filas que a diario superan los 70 metros, enojos, no hay prioridad para nadie, ancianas, embarazadas, madres con niños en brazos, todos sometidos a la dictadura de un sistema que excluye. La tecnología ha llegado para quedarse, hoy, son contados los casos, donde hay atención al público por parte de personas. Casi todo se remite a una pantalla. Ahora bien; más allá de los cursos que haya que tomar, para ponerse “baquiano” en el manejo de tecnología, si esto no viene acompañado de un verdadero acceso, se convierte en una tortura.

Es lo que pasa en San Clemente, localidad de entrada a la Costa Atlántica. Con aproximadamente 16.000 habitantes estables, en algunos tramos de enero y febrero puede llegar a cuadruplicar esa cifra. Un solo banco presta el servicio de cajero automático. El Banco Provincia.

Promesas de instalación de un Banco Nación circulan desde hace medio año. La realidad es que en 2019, turistas y residentes sufren las carencias de un sistema que no los tiene en cuenta.

Se instaló dentro del banco una computadora para “agilizar” atención al público. Allí se ingresa el número de documento, y aparece un menú de opciones. La mayoría restrictivas. Entonces con total normalidad la pantalla te dice que: “Usted debe dirigirse a los cajeros automáticos”.

No hay nadie que guie a los usuarios en los trámites. Se cuenta solo con la buena voluntad de las/los empleados, que dejan su escritorio y acompañan, con la amenaza de ser sancionados; “porque eso no se puede hacer”.

La Odisea de los cajeros.

Son 4. Hay dos para clientes en general, es decir con tarjeta de cualquier banco, y dos para clientes Banco Provincia. Los usuarios de otros bancos, no pueden hacer uso de los cajeros de Banco Provincia.

Como nadie informa, en la larga cola que suele superar la cuadra, hay clientes de Provincia…Mientras esos dos cajeros están libres.

De los dos cajeros para clientes en general, muchas veces, funciona solo uno.

De ahí que diálogos como el que inicia la crónica, se escuchan a viva voz; ustedes comprenderán que por respeto, publiqué lo más liviano que escuché.

Mientras se le exige a la población aggiornarse a los tiempos que corren, poco ó nada hacen las empresas, en éste caso bancaria, para facilitarle la vida a los ciudadanos.

Para San Clemente del Tuyú, una ciudad que crece año a año, esto genera un enorme déficit. La gente se agota y comienza a pensar en otro destino turístico. Es razonable y atendible que lo piensen. Se suman a la cola a las 11 de la mañana y a las 13 hs, aún no llegaron al objetivo; el cajero. Mientras ruegan que funcione, ó que no les trague la tarjeta.

Lilia Galarza (Gala).