Mientras tanto, la policía apostada en el Destacamento Montoya se concentraba en realizar los controles pertinentes a cada uno de los vehículos que pretendían ingresar en la localidad, lo cual incluía la firma por parte de los ocupantes de los vehículos de una declaración jurada en la que aseguran no tener coronavirus. Quienes eran residentes de San Clemente ingresaban sin problemas, mientras que aquellos visitantes llegados de otros lugares se encontraban de inmediato con la muchedumbre casi enfurecida.

“No vengan a contagiarnos” vociferaba una mujer”, “váyanse, no los queremos acá”, gritaba otra, pero los conductores ignoraban el pedido desesperado de los vecinos que se autoconvocaron en el lugar horas antes a través de las redes sociales. El pedido es posiblemente justo o al menos válido, ya que por las horas en las que ocurrieron dichos hechos ya se conocía el decreto que emitiría poco después el Presidente Alberto Fernández que estableció la cuarentena en nuestro país. Sin embargo, muchos turistas desoyeron las indicaciones y se lanzaron a vivir su “escapadita” de fin de semana.

Uno de los momentos más tensos se vivió cuando un turista que llegó a San Clemente con su familia, luego de pasar por el control policial y habérsele negado el acceso por parte de las autoridades de seguridad, para escapar de la situación, el turista decidió continuar su trayecto a contramano, por lo que fue perseguido por las fuerzas policiales y finalmente interceptado por un patrullero en Av. Talas y Av. III.

Lic. Graciela Marker