Términos como “cajeros” y “transferencias” han comenzado a ser comunes entre los jóvenes, según Raverta, quien mencionó que en las intervenciones barriales realizadas durante el año, madres y docentes expresaron gran preocupación por esta tendencia.
Para abordar esta problemática de forma efectiva, era crucial conocer su alcance. “La encuesta nos da una base sólida para formular políticas públicas y estrategias de intervención que protejan a los jóvenes de los riesgos crecientes”, afirmó la ex titular de la ANSES.
Según el censo de 2022, en el Partido de General Pueyrredón viven 67.125 jóvenes de 12 a 18 años, de los cuales 53.051 están matriculados en secundaria. La encuesta, anónima y voluntaria, fue realizada a 3.370 jóvenes, con mayor participación en instituciones privadas y respuestas homogéneas por género.
Los resultados muestran que uno de cada cuatro adolescentes encuestados ha apostado en línea. El 35,1% de los varones dijo haber apostado alguna vez, frente al 14,5% de las mujeres.
Además, el estudio indica que la inclinación a las apuestas crece con la edad. Solo el 5,46% de los jóvenes de 12 años ha apostado alguna vez, mientras que en los de 18 años la cifra llega al 33,73%. De estos, un 9,53% admitió que actualmente participa en apuestas.

Endeudarse
para jugar
Del total encuestado, 107 adolescentes reconocieron haberse endeudado para apostar, reflejando la exposición de los jóvenes a riesgos financieros. Entre quienes apostaron, el 52,67% consideró que es “un problema muy serio”.

Preocupación
de las familias
“El hecho de que los adolescentes piensen en obtener ingresos sin un trabajo formal preocupa a las familias, educadores, entrenadores, y a todos los adultos responsables de asegurar un entorno adecuado para su desarrollo”, subrayó Raverta.
En este sentido, señaló la necesidad de proteger a los jóvenes del impacto de la tecnología y el acceso a sitios de apuestas. “Este estudio es el primer paso hacia una estrategia de intervención efectiva”, concluyó Raverta. (InfoGEI) n