“Me pusieron Bernardo por San Bernardo”, señaló Parra que lleva esa gracia como segundo nombre en su documento, siendo el hijo del primer comerciante que se instaló en la zona a mediados de 1946, y que además en los registros aparece como el primer niño bautizado de la localidad. Lo cierto es que Parra nació con pocos días de diferencia con la ciudad, ya que comentó que “yo cumplo el 8 de enero y tengo una diferencia de edad que San Bernardo me gana por 5 años y 4 días”.
Su vida ha transcurrido en la tradicional Vereda Alta, ya que recuerda que “mamá y papá vinieron en el 46 y todavía no estaba terminado, la parte del almacén sí, pero los otros locales no estaban terminados”, y señaló que “donde hoy en día hay una ferretería mis padres tenían un almacén de ramos generales”, por ello resalta que no sólo nació en San Bernardo, sino además manifiesta con gran orgullo que “nací en la Vereda Alta, adonde teníamos el negocio”, ya que mencionó que “la atendió acá un médico que siempre venía en temporada, porque en ese momento lo que era costumbre eran las parteras y esas cosas, porque no teníamos hospital, no teníamos sala ni nada”.
En cuanto a aquellos comienzos de San Bernardo, Parra rememoró que en aquel momento “esto era todo médano y Chiozza se llamaba Mendoza”, al tiempo que recordó que en la localidad “se hizo el primer metro de pavimento el 16 de abril de 1946, de la parte sur a la parte norte”. Asimismo, en relación a la Vereda Alta, señaló que si bien muchos creen que tiene esa particularidad para evitar el ingreso del agua del mar en posibles crecidas, lo cierto es que puntualizó que “la hicieron para hacer una cosa distinta, para hacer un tipo centro comercial”, y destacó que después de muchos años de abandono “hace un par de años atrás la Municipalidad hizo toda la vereda nueva”, poniendo el valor un espacio público lleno de historia.