Maricel Degange, madre de Juan Jaunsaras, exigió justicia tras la muerte de su hijo, quien fue atropellado por un automóvil que circulaba a más de 100 kilómetros por hora en una zona urbana de Lucila del Mar. El hecho ocurrió el viernes 20, en la intersección de las calles Salta y Tucumán, cuando el joven regresaba de jugar al fútbol.

“Lo reventó y lo dejó muerto como un perro”, dijo la mujer en una conmovedora declaración, donde también criticó duramente la falta de medidas preventivas en esa esquina y la respuesta judicial frente al hecho. Degange remarcó que “en esas cuadras tendría que haber lomas de burro y un semáforo”, y denunció que la zona ya había sido escenario de otros accidentes sin que se adoptaran medidas concretas.

El conductor involucrado en el siniestro, a quien la madre definió como “el asesino de mi hijo”, no fue detenido. “Está suelto en su casa”, afirmó, y expresó su indignación al enterarse de que la pena máxima prevista por la ley para este tipo de hechos es de apenas cinco años. “Cinco años por arrebatar una vida. Es muy injusto”, lamentó.

Degange también señaló deficiencias en el procedimiento policial: “No le tomaron testimonio a la gente que estaba ahí, hicieron un montón de cosas mal”. Y relató que, de no haber sido por la presencia de su cuñada, podría haberse enterado de la muerte de su hijo recién al día siguiente en la morgue.

Otro de los reclamos apunta al trato recibido por parte de las autoridades. “Es como si hubiese muerto un perro. Es terrible”, aseguró. Además, solicitó que le permitan cremar el cuerpo y trasladarlo a su casa, lo que, hasta el momento, no se le había autorizado por cuestiones judiciales.

En su declaración, Degange también criticó el sistema judicial: “Si la ley dice que la pena máxima por matar a alguien en estas condiciones es sacarle el registro, entonces la ley está mal y tiene que cambiar”. Y reclamó contención para las familias en situaciones de tragedia. “Tendría que haber alguien que te diga qué hacer, un psicólogo, alguien que te ayude en ese momento.”

“Destruyeron una familia”, concluyó. “Nada me va a devolver a mi hijo, pero al menos quiero que haya una consecuencia por lo que se hizo.”