Precisamente, Fabero recordó que fue “un 13 de abril de 2005 cuando comenzó todo”, y señaló: “Así nació ese proyecto que teníamos y entre idas y vueltas a los pocos meses nos dieron el reconocimiento jurídico de la institución, que fue en septiembre”, y recordó que se experiencia personal la empujó a poner en marcha este proyecto: “En lo personal a mí me pasó que notamos esa soledad de estar lejos de nuestra familia. Mi vida cambió 100%. Cuando pasa lo de mi hija y tener que trasladarse de donde uno es a 200 kilómetros lejos de todos tus hijos, más allá de lo que estás pasando con tu hija sabes que tenés otros chiquitos, que hay que hacer malabares para poder sobrellevar a la casa el alimento”.
En esta misma línea, Fabero comentó que “fueron muchos meses de ver eso”, y al mismo tiempo encontrarse frente a “la indiferencia de mucha gente”, en un momento en el cual “estás lejos, estás económicamente vulnerable”. No obstante, destacó el apoyo y el acompañamiento de La Casita por Amor a los Niños, donde nos daban “todo lo que uno necesitaba”, aunque manifestó la dificultad que representaba estar lejos de la familia.
Precisamente, en los comienzos de Las Caritas del Tuyú, Fabero recordó que “empezamos fundamentalmente con Por Amor a los Niños que donde le daba lugar a la gente, que actualmente sigue trabajando esa institución”, luego de lo cual comenzó la labor de “ensamblarnos con otras instituciones para adquirir conocimientos, ver cómo se podían generar recursos” y de esta manera “empezamos con esta ilusión de querer ayudar al otro”.
Para saber más sobre Las Carita del Tuyú como así también para colaborar con la institución, los interesados pueden dirigirse personalmente a la sede central, ubicada en Montevideo 1412 de Mar de Ajó, o por WhatsApp al 2246-485352.