Un grupo de vecinos y empresarios de Cariló se prepara para presentar ante el Municipio de Pinamar un proyecto que propone alambrar completamente el perímetro de la localidad e implementar un sistema de control de accesos y patrullaje privado las 24 horas. La iniciativa, impulsada en conjunto con empresas de seguridad privada, busca reforzar la seguridad en la zona, pero ya genera polémica por su posible impacto urbano y social, especialmente en el límite sur que conecta con el partido de Villa Gesell.
Según consigna el portal Pinamar Diario, el programa prevé cercar toda la extensión lindera a la Ruta Interbalnearia N° 11 y la frontera con Villa Gesell. Además, plantea reducir los ingresos habilitados a solo cuatro accesos controlados con escáneres de documentos, replicando el sistema que se utiliza en barrios privados como Costa Esmeralda.
Los impulsores del proyecto argumentan que el objetivo principal es brindar mayor protección tanto a residentes como a turistas, especialmente durante la temporada alta, cuando suelen incrementarse los hechos de inseguridad en la región. Sin embargo, el planteo revive una discusión de larga data en torno al uso del espacio público, los límites urbanos y la convivencia entre localidades vecinas.
Desde el sitio Data Clave recuerdan que no es la primera vez que se propone una medida de este tipo. En el año 2000, una idea similar fue desestimada por el entonces intendente Blas Altieri, quien la calificó como más propia de un country que de una ciudad abierta.
La propuesta será analizada en los próximos días por las autoridades municipales, que deberán evaluar su viabilidad legal y administrativa. Mientras tanto, el proyecto genera inquietud en diversos sectores y anticipa un debate con posiciones encontradas sobre el modelo de seguridad que se busca aplicar en la zona.