Con una fachada que pasaba desapercibida a los ojos de quienes transitaban por allí, y teniendo como nombre “Bar Clandestino”, en la calle 76 N° 838 de la localidad de Mar del Tuyú funcionaba un prostíbulo, en el cual se prostituía a adolescentes menores de edad que tras engaños de la mujer que regenteaba el local y frente a sus situaciones individuales de vulnerabilidad, caían en la trampa y accedían a las labores ilegales que allí se ofrecían. No obstante, lo cierto es que el “bar” funcionaba sin mayores sobresaltos, principalmente debido a las dificultades que establecían sus dueños para convertirse en clientes. Pero todo cambió cuando una joven que era obligada a prostituirse en el lugar concretó la denuncia.
A raíz de recibida la denuncia, desde el 26 de octubre del año pasado se inició un fuerte trabajo de investigación ordenado por el Fiscal de la UFI N°8 de General Madariaga, Walter Mércuri, que entre otras cosas incluyó que policías se infiltraran de manera encubierta, asistiendo al bar como clientes, con el fin de poder recoger la información necesaria para acceder a los procedimientos necesarios para desbaratar el prostíbulo. Así fue que durante varios meses, el personal de seguridad que trabajaba en el caso logró recolectar filmaciones, testimonios e información recogida de las redes sociales. Lo cierto es que esta labor no fue sencilla, ya que según los testimonios de fuentes cercanas a la policía, el bar era de difícil ingreso, no sólo porque se encontraba en un espacio que lo mantenía escondido a los ojos de la gente, sino también por la dificultad que debieron sortear los policías infiltrados para que les permitieran ingresar.
Una importante estrategia debió ser desplegada para que finalmente un grupo de policías que fingían ser clientes pudieran ingresar al “bar” y una vez allí filmar todo lo que sucedía y entablar conversaciones con los asistentes al lugar.
La gran cantidad de material fílmico aportado por las fuerzas policiales que trabajaron allí, permitieron que la denuncia de la joven víctima pudiera ser certificada, y con ello se elevaron las actuaciones al Ministerio Público Fiscal. Así el fiscal Walter Mércuri logró en pocas horas la orden de allanamiento del “bar”, otorgada por el Juzgado de Garantías del Joven N°4 de Mar del Tuyú, a cargo de Diego Zapiola. Si bien el procedimiento estaba programado para el sábado por la noche, para lo cual se hicieron presentes en el lugar el personal de la DDI de Dolores, la SubDDI de La Costa, conjuntamente con Jefatura Departamental La Costa, la Patrulla Urbana de la Secretaría de seguridad de la Costa y con la presencia del Dr. Mercuri, lo cierto es que debió ser suspendido dado que el bar se encontraba cerrado.
Mientras se aguardó la llegada de la noche del domingo, se continuó con las investigaciones, y finalmente en las últimas horas del domingo 26 se logró llevar a cabo el allanamiento. Una vez en el interior del comercio ilegal, fue detenida una mujer trans identificada como Carolina Juárez, de 38 años, que era la encargada de captar a las menores y luego explotarlas sexualmente. Asimismo fue rescatada una joven de 16 años que era obligada a prostituirse en el lugar, quien declaró que hasta el momento había dos o tres menores que eran explotadas bajo las directrices de la mujer trans que oficiaba de madame. La menor rescatada fue atendida por el Servicio Local en resguardo de su integridad física y psicológica. Cabe destacar que la denunciante también es menor de edad, pero no fue la joven rescatada durante el procedimiento.
Al mismo tiempo, durante el allanamiento se secuestraron cuatro teléfonos celulares que están siendo peritados para obtener mayor información, y el “bar” fue clausurado por el personal del área municipal de Comercio y Fiscalización. Mientras tanto, la mujer trans fue aprehendida por el delito de “Promoción o facilitación de la prostitución de menores de 18 años”, quedando por el momento alojada en la Comisaría de Mar de Ajó hasta ser indagada y trasladada.

Lic. Graciela Marker