En lo que respecta a las Pascuas, el padre Turri comentó que es el momento en el cual “se celebra el cierre la cuaresma, esos 40 días de preparación y entrenamiento”, que además resaltó que son “días de celebración gozosa, porque es el paso de la nueva vida y la oportunidad que nos da la fe no solamente de replantearnos la vida, sino de salir renovados”. En cuanto al Domingo de Ramos, explicó que su objetivo es “celebrar todo lo que es el acontecimiento de la Pascua, y como no podemos viajar a Jerusalén nos trasladamos espiritualmente a ese lugar donde sucedieron esos hechos”.
A posterior, el padre Turri recordó que llegan el Jueves y el Viernes Santo, sobre lo cual mencionó: “El jueves es la última cena, esa celebración de Jesús con sus amigos, y se celebra precisamente ese momento, ese gesto de amor de Jesús de lavar los pies. El viernes es la tortura de Jesús y todo el camino de la cruz y su asesinato en la cruz, entonces el viernes es el día central del dolor, para después entrar al sábado santo en medio de la oscuridad de la noche”.
El domingo, el día de Pascua, el padre Turri enfatizó que es el momento de “celebrar nada más ni nada menos que la muerte ha sido vencida y que Cristo ha sido resucitado, y que ni el mal ni el poder de este mundo tiene la última palabra”, por lo cual destacó que en el Domingo de Pascua “la vida se renueva”, y al respecto de ello manifestó: “Lo más hermoso es esta posibilidad que nos ofrece la fe, no sólo para los creyentes, sino también para todos, porque la renovación es una necesidad que tenemos todos los seres humanos”.
Lic. Graciela Marker