En una sesión atravesada por la emoción y la memoria, el Honorable Concejo Deliberante de Pinamar aprobó este viernes 28 de noviembre la “Ordenanza Fausto”, una iniciativa que busca establecer condiciones más seguras en el ámbito de la construcción, sector clave para la economía local.
La normativa lleva el nombre de Fausto Maldonado, el joven de 19 años que murió el 12 de agosto de 2023 tras caer de un edificio en construcción. Su madre, Carina Zabala, denunció desde un primer momento la falta de medidas de seguridad por parte de la empresa empleadora y, desde entonces, encabeza una campaña sostenida por mayor regulación y fiscalización en las obras.
La ordenanza fue impulsada por la concejala Camila Merlo y obtuvo seis votos afirmativos por parte de los ediles Manuel Ugartemendia, Analía Figueroa, Camila Merlo, Ana Laura Pinelo, Violeta Saquilán y Leonardo Napoli. Hubo cuatro abstenciones —Carolina Llamazares, Javier Pizzolito, Fernando Ávila, Alejo Yeza y Sabrina Giraldi— y tres concejales estuvieron ausentes.
“No puedo decir que estoy contenta porque tengo sentimientos encontrados, pero sí estoy satisfecha porque es el principio de un camino”, expresó Zabala tras la votación. La docente se transformó en un emblema de la lucha por mejores condiciones laborales en la construcción, exigiendo al Estado un rol más activo en la fiscalización de la actividad.
“La lucha continúa. Vamos a seguir documentando, denunciando y reclamando. Ahora esperamos la decisión del intendente Juan Ibarguren, que puede aprobar o vetar la ordenanza”, señaló.
Mientras se aguarda la resolución del Ejecutivo municipal, la sanción legislativa marca un hito para Pinamar. La “Ordenanza Fausto” es, además de una herramienta legal, un mensaje claro sobre la urgencia de garantizar condiciones de trabajo dignas y seguras. Un reclamo que ya no podrá ser ignorado. n