En los próximos días se hará efectiva la condena penal contra el exjefe comunal Cristian Popovich, quien aceptó su responsabilidad en una causa por corrupción y firmó un acuerdo con la Fiscalía. La sentencia contempla dos años y medio de prisión en suspenso y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
El avance del proceso fue impulsado por la actual gestión municipal, que se opuso inicialmente al acuerdo propuesto por el Ministerio Público Fiscal. Según trascendió, la intervención directa del intendente Esteban Santoro fue determinante para que la causa no quedara archivada sin resolución.
Desde el área legal del Municipio, que encabeza el abogado Leandro Alonso, se cuestionó además la falta de profundidad en la investigación. Si bien Popovich asumió su responsabilidad, no se avanzó sobre otros actores que habrían participado en el circuito de contrataciones irregulares. Se menciona a proveedores que habrían facturado servicios que nunca se prestaron y a funcionarios que certificaron obras inexistentes.
La causa se originó en 2016, tras una auditoría de la nueva gestión que detectó maniobras fraudulentas en la contratación de camiones para supuestos viajes a Chapadmalal y Cerro Dominico. En total, se registraron 130 traslados inexistentes, financiados con cheques municipales girados a firmas fantasmas. Parte de ese dinero habría sido entregado luego al propio Popovich.
El perjuicio económico para el Municipio fue estimado en más de 100 millones de pesos, actualizados por inflación. Por ese motivo, la gestión actual impulsa una demanda civil contra el exintendente para recuperar los fondos desviados.
Desde el Ejecutivo local remarcaron que el objetivo no es sólo que se haga justicia penal, sino también reparar el daño económico provocado al patrimonio público.