La convocatoria del público fue extraordinaria. Ya en las primeras horas de la tarde podía apreciarse una extensa fila de gente llegada desde distintas localidades, incluso turistas que estaban de visita en San Clemente, que esperaban ansiosos por deleitarse con el arte de los chicos, y que se extendía por más de dos cuadras. Si bien la cita había sido establecida para las 19 horas, poco después de esa hora, mientras las puertas del colegio aún no habían sido abiertas, quienes estaban en la fila para ingresar fueron sorprendidos por los trovadores.
Un grupo de jóvenes comenzaron a interactuar con el público en medio de la Av. III, relatando la historia del Rey. Poco después, de entre los arbustos del vivero Cosme Argerich, irrumpieron los guerreros vikingos con sus gritos de batalla. Ya no quedaban dudas que la obra había comenzado. Luego uno de los trovadores invitó a todos a ingresar a “las tierras del Rey” Una vez adentro, el público pudo disfrutar de una coreografía realizada por elfos, y posteriormente de la música y los bailes vikingos.
Al final del recorrido, los asistentes se encontraron con el escenario mayor, donde se desarrolló la historia. Con luces, sonido, escenografía y vestuarios imponentes, los chicos y chicas del “Bellas” supieron una vez más deslumbrar a todos los que tuvimos la posibilidad de disfrutar de su arte. Cuando el telón cayó, la emoción convertida en llanto de alegría y cánticos de los estudiantes dejó en claro el orgullo que cada uno de ellos tiene de pertenecer al “Bellas”.

Lic. Graciela Marker