El pasado miércoles se hizo oficial el cierre definitivo del Casino de Mar de Ajó, luego de que la Gobernadora María Eugenia Vidal comunicara la nueva medida implementada en torno a los juegos de azar, que incluye el cierre de tres casinos y un bingo, como así también la licitación de máquinas tragamonedas, dentro de lo que representa un plan de restricción del juego en la provincia de Buenos Aires.

Durante el anuncio realizado por Vidal, la mandataria señaló que uno de los objetivos de su gestión es “frenar el crecimiento del juego, gradualmente vamos a ir restringiendo la oferta de juego legal y seguiremos combatiendo el ilegal”, ya que resaltó que “creemos que el juego no es algo bueno para los bonaerenses”. Dentro de esta nueva medida, se incluyó el cierre definitivo de los casinos de Mar de Ajó, Valeria del Mar y Necochea, que finalizada la actual temporada de verano ya no volverán a abrir sus puertas.

Cabe destacar que los casinos son propiedad de la provincia de Buenos Aires, por lo que es el Gobierno bonaerense a través de la Lotería de la Provincia quien está a cargo de los gastos y los sueldos de los empleados que trabajan dentro de estas salas. Según trascendió, Vidal decidió cerrar estos tres casinos principalmente debido a la competencia que se genera entre ellos. Sin embargo, muchos se preguntan por estas horas porqué la decisión afecto al casino de Mar de Ajó y no al de Pinamar, el cual se encuentra geográficamente más cerca de la Ciudad de Mar del Plata.

Desde FM Opinión mantuvimos un diálogo con Santiago Fuertes, encargado del Casino de Mar de Ajó, quien expresó su tristeza debido a esta noticia, ya que aseguró que el llevar adelante el casino “para mí fue mucho esfuerzo”, y resaltó que además la sala era sin dudas “un recurso turístico para que viniera más gente”.

De acuerdo a lo que relató Fuertes, el Casino de Mar de Ajó abrió sus puertas en diciembre de 1995, luego de que “fui un día a Mar del Plata, escuché una historia y vi una comparativa, y decían cuáles eran los ejes de desarrollo en Mar del Plata, y uno de ellos era el casino”, por lo que decidió comenzar el largo y sinuoso camino de gestionar la apertura de una sala de casino en la planta baja de su hotel de Mar de Ajó, lo cual sostuvo que “nos costó muchísimo y lo conseguimos en aquel momento con la ayuda del sindicato de juego de Mar del Plata”.

En los primeros años, Fuertes aseguró que el Casino de Mar de Ajó “fue el segundo casino en recaudación después del de Mar del Plata, y superó al de Pinamar y al de Necochea”, pero advirtió que “con los años, sin la inversión de la provincia, se fue desmereciendo”, al tiempo que lo afectó la llegada de bingos, sobre lo cual puntualizó: “Hubo una contradicción total, porque Lotería de la Provincia a los cinco años abrió un casino clandestino, un bingo disfrazado de casino, a 30 metros”.

En esta misma línea, Fuertes agregó: “El contrato fue un comodato de gratuidad, así que hay 2300 metros cuadrados que estuvieron 23 años gratis. Es más, me están debiendo 2 años y medio, porque me obligaron en el contrato a tomar a un electricista que me lo pagaban ellos, según el contrato, pero hace 2 años y medio que no me lo reintegran, primero fue por el cambio de Gobierno, pero después vinieron los cambios de interventor y no me pagaron. Ellos jamás pusieron plata, y yo hice arreglos que nunca cobré”.

Si bien Fuertes se expresó de acuerdo con las políticas que está implementando el Gobierno provincial en torno a la disminución del juego y la lucha contra la ludopatía, en relación a lo cual subrayó que “yo creo que el pueblo ha sido perjudicado con tanto juego”, y reafirmó que “no puede haber un bingo en cada esquina”, lo cierto es que manifestó: “Me pregunto por qué Pinamar sí y nosotros no, así están las cosas”.

Lic. Graciela Marker