¿Por qué? Es simple, uno se propone metas en la vida y poder cumplirlas es lo que te da la alegría de vivir, aunque deban superarse muchos obstáculos, soportar penurias y lidiar con los días de bronca; el Diario tenía que salir, y así llegamos a este hermoso día. Al menos así lo siento y por supuesto espero que siga sintiéndolo igual.
Para mí el Diario es mi forma de vida; por supuesto que trabajar en este sueño me ha llevado y me lleva mucho tiempo, muchísimo quizás, pero es lo que me gusta hacer y eso vale por todas las rabias, los sinsabores, las amarguras, las criticas malintencionadas, los avatares económicos, todo eso y mucho más.
Hoy, donde Internet tiene un lugar preponderante, donde primero se enciende la computadora y después se lee lo que está sobre el escritorio, el Diario sigue siendo la compañía informativa del individuo. No es lo mismo oír un audio o ver una imagen, a tener en la mano ese papel al que uno puede leer y releer, comentar, analizar, marcar, etc, etc.
Por eso aposté al Diario, porque cuando La Costa crecía, crecimos juntos, más allá de los Gobiernos de turno y de las dificultades que se presentaban. Sabía que podía darle continuidad en el tiempo, de lo cual continúo convencido.
Contra viento y marea y también contra Pandemia, Opinión sigue allí, a pesar de que estamos nuevamente en una crisis económica que tiene al país parado, tratando de nivelar para vivir, con aumentos descontrolados de insumos y servicios, que se convierten en el principal problema en todas las empresas, más aún en un Diario, donde la materia prima tiene un solo fabricante en el país, y que además es también dueño del medio más poderoso. Así, los precios y el mercado están regulados por ellos, y contra ellos luchamos y lo seguiremos haciendo desde nuestro humilde lugar.
La vida muchas veces encontraremos piedras en el camino, pero también aprendemos a tener la fuerza necesaria para saltar o esquivar esas piedras, eso es la vida, momentos de muchísima alegría y otros de muchísima tristeza; así veo también al Diario, mi Diario, porque al final de la jornada, luego de leer las notas y ver la realidad del día culmino con sentimientos encontrados: alegría y tristeza.
Sepan disculparme mis colegas, pero lo cierto es yo vivo y percibo el periodismo de esa forma. Para mí el periodismo es Humano y sufre todo lo que pasa diariamente, en sus pueblos o ciudades, y trata de acompañar en la toma de soluciones o da su punto de vista sobre las mismas. Lo demás es falta de compromiso.
Ya 25 años de Opinión de La Costa, para mí ha sido poder lograr un sueño, que me ha demostrado además que puede seguir creciendo y puedo seguir soñando.
Por supuesto que nada hubiese sido posible sin el apoyo de mucha gente, por eso quiero recordar a mis amigos ausentes, que son muchos, a parte de mi familia, a todos aquellos que pasaron por el Diario, algunos de ellos tampoco están, y agradecer a los que no están en el Diario y nos mantenemos en contacto, y a los que están y siguen apoyándome en este emprendimiento, emprendimiento que creció con el tiempo y sigue haciéndolo, para brindar información lo más veraz posible a todos los que habitan la región.
Quiero agradecer a todos nuestros anunciantes, a nuestros lectores, proveedores y todo el equipo humano, a parte de mi familia que está junto a mí, que también están en FM OPINION 104.7 y CANAL 9 LA COSTA, otros dos medios que conforman parte del GrupoMAB, también al equipo de programadores quienes tienen la responsabilidad de mantener nuestro Diario en Internet.
Para mí es un día festivo; llegar a ver al Diario en su vigesimoquinto aniversario revive mi pasado y mis ganas de seguir trabajando día a día con mucho esfuerzo, ese esfuerzo que hoy comparto con mi hijo Mariano, y que sin dudas es un pilar más que importante.
Por eso los invito, para celebrar este 25° aniversario, que recorramos juntos las páginas de esta revista, en la que intentamos compilar los 25 años vividos junto a ustedes.
Será quizás para muchos una revista de colección de La Costa y la Región, que con los años leerán nuestros hijos y nuestros nietos, perpetuando así ese sueño que un día llegó a mi mente, y hoy después de más de dos décadas ilumina mi corazón
Mariano
Alberto Bobryk
Director -Editor