Con la llegada de julio y el inicio de la temporada invernal, el Laberinto de Las Toninas se alista con una serie de actividades para recibir a residentes y visitantes. Su creador y referente, Héctor Dopazo, anunció una agenda cargada de entretenimiento y promociones para disfrutar durante dos fines de semana consecutivos: 12 y 13, y 19 y 20 de julio.
"El que no conoce el laberinto tiene tres fines de semana para hacerlo, y el que ya vino, para volver", afirmó Dopazo. Durante esas fechas, el ingreso tendrá un valor promocional de 5000 pesos por persona, válido solo con pago en efectivo. El parque ofrecerá además espectáculos musicales y actividades recreativas como fútbol-tenis, tejo, vóley y básquet.
Entre las novedades más esperadas figura una nueva edición del Laberinto del Terror, programada para el sábado 26 de julio a las 19 horas. “Es una de las propuestas más pedidas por el público local. Ya en otras ocasiones vinieron más de 200 personas a disfrutarlo”, destacó Dopazo, quien también subrayó que esta edición tendrá un costo accesible.
El laberinto es uno de los pocos parques temáticos de la región que permanece abierto los 365 días del año. Su propuesta, que combina naturaleza, religiosidad y juegos, ha ganado notoriedad a nivel nacional e incluso internacional, apareciendo en programas de televisión del exterior y en videoclips musicales.
Dopazo también valoró la incorporación del parque al programa “La Costa Invita”, impulsado por la Secretaría de Turismo y el ente municipal de turismo. Gracias a este beneficio, residentes y turistas acceden a descuentos a través de una aplicación con código QR que integra a diversos servicios de la región, como hoteles, restaurantes y otros parques.
“El contexto económico es complejo, por eso toda promoción que acerque a las familias a disfrutar sin gastar de más, suma”, afirmó el responsable del laberinto. Entre los trabajos de mejora recientes, destacó la renovación de las estaciones del Vía Crucis, el reacondicionamiento del tradicional coche de los Picapiedras, y modificaciones internas en los senderos para que quienes repitan la visita “se vuelvan a perder”.