La imagen de la Virgen de Luján había llegado a Malvinas el 9 de abril de 1982 enviada por una familia, junto a las donaciones para los soldados, como símbolo de protección durante el conflicto armado. Finalizada la guerra un capellán la llevó a suelo británico.

En 2016 un grupo de laicos argentinos inició las gestiones para que la imagen pueda retornar al país ofreciendo una réplica para reemplazarla. Así fue que el 30 de octubre del 2019 se logró el intercambio en el Vaticano, donde las imágenes fueron bendecidas por el Papa Francisco.

Ya en Argentina, se decidió que la Virgen de Luján Malvinera recorriera el país para llevar consuelo a las familias y excombatientes.