El beneficio de animarse a un emprendimiento pasados los 50 es que la persona cuenta con un capital muy importante, que es su experiencia, además posee una red de contactos logrados através de su carrera que seguramente le darán un plus a su negocio y los harán avanzar, tienen mayor tiempo libre y así como la adrenalina es el combustible básico de los jóvenes, los adultos la necesitan para seguir sintiéndose plenos. Muchas personas que deciden iniciarse en el mundo empresarial en su etapa de adultez lo hacen porque de alguna manera el “proyecto” les permite seguir en carrera, seguir activos.

El camino de la plenitud
Como siempre digo al emprendedurismo se llega por vocación o necesidad, cuando me decidí a escribir sobre este tema busqué algo de información y de ejemplos y todos los casos que leí, más allá que algunos se habían iniciado porque tenían la necesidad económica, porque habían perdido su trabajo y el mercado laboral después de los 50 es bastante ingrato, o porque habían logrado su jubilación y tenían tiempo libre y querían hacer “eso” que siempre soñaron, todos coincidían en que esta experiencia les cambio la vida, les dio felicidad y optimismo. Comparto algunas frases para que entiendan de qué estoy hablando:

Oscar Fuentes, 53 años.
“Trabajo desde mi casa, estoy totalmente enfocado en lo que hago porque sé que todo es para mi familia y nuestro futuro, y yo estoy construyendo un negocio que es mío, en lugar de trabajar para construir el negocio de alguien más”… “Es absolutamente gratificante y satisfactorio por completo. Yo podría hacer esto dieciséis horas al día”.

Marcos Soldati, 48 años.
"No gano lo mismo que en otros tiempos, pero vivo feliz: me bajé de la calesita. Los miedos que tuve que vencer no tenían que ver con la actividad que estaba a punto de comenzar, sino con el hecho de dejar atrás lo malo conocido.”

Lucia Pérez, 46 años.
“A mis 46 años, me siento de 30. Ese es hoy mi espíritu"

Carlos García, 58 años.
"Me pregunto cómo no lo hice antes..."

Marta Embronte, 65 años.
“Trabajar me ayuda a no estar tan encima de mi hija, ni de mis nietos, ni de mi marido. Ocupar las horas en un trabajo que me gusta es lo mejor que me pudo pasar en la vida".

Margarita Maino, 56 años.
"Ser emprendedor es una actitud que hay que cultivar no sólo en los negocios, sino también en la vida personal. Yo soy una soñadora de ideas y proyectos".Arturo Morales, 67 años.
"Con esto de aprender cómo se hacen los negocios se me han ido abriendo todas mis ventanas y se me vienen un montón de ideas a la cabeza".María Teresa López, "más de 70 años".
"En esta etapa no hay por qué encerrarse ni marginarse. Los adultos mayores microempresarios podemos dar un ejemplo a los jóvenes".

Algunas cositas para tener en cuenta

-No correr riesgos económicos innecesarios, las personas mayores generalmente, porque ya tienen experiencia son mejores a la hora de manejar los riesgos y las inversiones, es recomendable no hacer grandes esfuerzos de entrada, ir paso por paso y lograr de a poco que el negocio vaya generando sus propios recursos para mantenerse.

-Capacitarse, estar actualizado, informarse, investigar, si bien las personas mayores tienen el privilegio de poseer mucha experiencia, siempre hay que estar al día, para conocer cuales son las mejores oportunidades de negocio. La experiencia más capacitación es un plus que va a agregar valor a cualquier emprendimiento que se encare.

-Armarse de una agenda, a través de los años seguramente se han conocido a muchas personas, todos esos contactos pueden ayudarnos a avanzar en nuestro proyecto, les recomiendo hacer una lista de ellos, bien completa, a que se dedicaron, que hacen hoy, donde viven, en que empresas trabajaron, que estudiaron, seguramente cuando la terminen se darán cuenta que hay más de un nombre que les puede ser útil para su proyecto.

-Hablar y contar lo que les pasa, reunirse con gente que tenga intereses similares a los de ustedes, nutrirse de otras experiencias, siempre ayuda, nos muestra otra realidad, debatan ideas, intercambien opiniones y se darán cuenta que nunca es tarde para empezar a hacer lo que a uno le gusta.


Lic. Mariana Basanta