“Este es un día de una gran celebración, porque es una fecha que se tomó a nivel mundial para dar a conocer el tema de la disfluencia en el lenguaje y para tomar conciencia de qué es la tartamudez, cómo tratarla, si se puede prevenir o no”, manifestó la Lic. Marisa Socolbsky, Fonoaudióloga especializada en Disfluencias del habla, durante una entrevista ofrecida para Opinión, en la que consultamos a la experta en torno a este trastorno, que según precisó actualmente se estima que afecta a “más del 1% de la población a nivel mundial”.

Debido a la necesidad de dar a conocer a la población en general los aspectos más relevantes de la disfluencia en el habla, la Lic. Socolbsky resaltó que “lo maravilloso es que al existir este día como día de toma de conciencia en el mundo, ya se conoce el origen de esta dificultad”, y al mismo tiempo enfatizó que pueden darse a conocer públicamente “los tratamientos, que los hay para diferentes edades”.

En principio, la especialista aclaró que “la tartamudez no es una enfermedad”, por lo cual advirtió que en este caso no es posible “hablar de cura”, sino que indicó que en la actualidad “existen tratamientos para abordarla”, pero sobre todo destacó que “algo muy importante en el tema de la disfluencia es que se apunta a la prevención”, la cual en general es posible durante los primeros años de los niños, acerca de lo cual especifico que abarca el periodo de “entre los dos años y medio y los 6 años”, ya que esta es “la edad en la que aparece la tartamudez”.

En este aspecto, la Lic. Socolbsky subrayó que es sumamente importante poder diagnosticar el trastorno de manera correcta, ya que indicó que “los nenes entre los 2 años y medio y los 6 años siempre tienen un período en el que la fluidez para hablar se estabiliza”, al tiempo que agregó: “Esto ocurre porque el lenguaje tiene un periodo que es una etapa en la que está haciendo un gran crecimiento, y ese crecimiento es tan enorme que la capacidad que ellos tienen para hacer uso de esta herramienta es tan compleja como es el lenguaje y están en desventaja en relación a las demandas que ya empiezan a tener, tanto en su familia como en el mundo social”.

Por ello, la especialista enfatizó que aquellos padres que tengan dudas en torno a la fluidez con la que se expresan sus hijos, es aconsejable que realicen una consulta con el fonoaudiólogo, a fin de determinar si se trata de la presencia de tartamudez en el habla. En líneas generales, indicó que algunos síntomas pueden ser “por ejemplo que empiezan a tener que hacer fuerza para hablar, hacen muchas repeticiones, que son más de tres”, entre otros.

En esta misma línea, la Lic. Socolbsky manifestó: “Hay una característica que tiene la disfluencia y es que las personas que se traban para hablar, se traban para hablar a veces, no en todo momento. Lo que hace que en el momento se detone la dificultad son algunas alteraciones bruscas de la emoción, que pueden ser tanto emociones positivas como negativas”.

Lo importante es siempre tener presente que en la actualidad existen diversos tratamientos que permiten erradicar la tartamudez en el caso de los niños, y mejorar la fluidez en el habla en el caso de los adultos que padecen esta afección. En este sentido, la Lic. Socolbsky resaltó que cuando la disfluencia es detectada “al momento de la aparición, el tratamiento va a ser algo muy breve y funciona muy bien”, y que en el caso de los adultos “hay tratamientos que ayudan mucho”.

Por último, la especialista invitó a todos a visitar la página web de la Asociación Argentina de Tartamudez, donde es posible acceder a un gran caudal de información al respecto del trastorno: www.aat.org.ar

Lic. Graciela Marker